Los billetes de menor denominación se distribuyen en los bancos y los clientes se ven obligados a utilizarlos en los comercios que no cuentan con punto de venta. Ante el incremento de precios, los usuarios aumentaron la cantidad de efectivo que llevan en los bolsillos.
Alixel Cabrera / Fotos: Dabelis Delgado / laverdad.com
Maracaibo - La alta inflación en Venezuela lleva a manejar grandes cantidades de billetes para hacer compras. Para comprar una muda de ropa en el centro de Maracaibo, el cliente debe cargar con al menos 110 billetes de la mayor denominación en el país.
Quien decida comprar un atuendo completo en el mercado, debe llevar 110 billetes de 100 bolívares. Y es que un jean se ubica en tres mil 500 bolívares, una blusa en cuatro mil 500 bolívares y unos zapatos por al menos tres mil bolívares.
Cargar con grandes cantidades de billetes también lo padecen los vendedores. Wilfredo Pineda, comerciante, relató que ayer depositó 20 mil bolívares en billetes de dos bolívares en el banco. Dicha operación se traduciría en 10 mil billetes de esa denominación.
“La mayoría de personas paga con billetes de dos, cinco, 10 y 20 bolívares”, afirmó Pineda mientras sacaba de su maleta una bolsa llena de billetes de cinco bolívares. A la conversación se unió Danilo Cohen, vendedor de cosméticos en el Callejón de los Pobres, que vive la misma situación. “Los puntos se encuentran más que todo en los locales, en las mesas la mayoría no tenemos”.
Petra Ramírez, pensionada, explicó mientras hacía la cola para retirar dinero en efectivo de un cajero automático, que generalmente obtiene los billetes de mayor denominación de las máquinas. No pasa lo mismo cuando cobra en una taquilla interna del banco: “Aquí dan más que todo de 100 o de 50. Ahora, adentro sí te dan de 20, de cinco, de dos”.
Los clientes así, se ven obligados a desembolsillar una mayor cantidad de papeles para comprar los artículos que necesitan. Fue el caso de Juliana Morán, ama de casa, que viajó desde la isla de San Carlos en búsqueda de mejores precios para la compra de los uniformes de sus cuatro hijos.
Hurgando, consiguió en un local un par de zapatos por cinco mil bolívares. Para Morán el viaje no valió la pena, pues los precios que consiguió fueron los mismos que en su localidad. Estima gastar 25 mil bolívares por cada niño, lo que implica que debe llevar 250 billetes de 100 bolívares por cada uno. Mil billetes de la mayor denominación en total. Ante la cantidad de papel moneda que debe cargar, dijo que opta por esconder “paquitas” en distintas partes de su cuerpo por temor a ser atacada por el hampa.
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