Keila Vílchez Boscán / Panorama
Increíble. Lampazos, bloques, cemento, dos resmas de papel para un solo niño, 28 libros para un alumno que solamente cursa 11 materias y guantes quirúrgicos son apenas una muestra de los “útiles” que entran dentro de las listas escolares de colegios públicos y privados.
“A mi niña que pasó a sala de cuatro años le pidieron cuatro paquetes de vasos plásticos pequeños. ¿Qué va hacer un muchacho con eso en el preescolar?, Se podría entender un solo paquete, si quieren tener para servir agua, pero cuatro es una exageración”, contó Matilde Bohórquez, representante de dos estudiantes en un plantel público, ubicado en la parroquia Cacique Mara, de Maracaibo.
Las listas escolares además de traer la larga columna de artículos para que los estudiantes trabajen dentro de los salones de clases, ahora se les anexa, según las necesidades del plantel —sobre todo en instituciones públicas— distintas herramientas de limpieza o materiales de construcción.
En palabras de María Cristina Álvarez, madre de un niño que cursará el quinto grado: “Nosotros imaginamos que la situación económica también golpea a los planteles, y nosotros como representantes no queremos que nuestros hijos estudien en sitios descuidados, pero que pidan materiales de construcción a cambio de una inscripción es muy delicado. Una colaboración de llevar una botella de cloro o desinfectante puede ser”.
La subsecretaria de educación del estado Zulia, Flor Cristalino, explicó que a ningún alumno se le puede “obligar a llevar un texto de un autor o editorial específica, y mucho menos de cosas como materiales de construcción. Incluso, si fue acordado en asamblea de padres y representantes tampoco es con carácter de obligatoriedad. Los colegios que hagan esto están violando la legislación venezolana que establece la gratuidad de la educación”.
Cristalino puntualizó que los padres pueden denunciar al plantel ante los organismos competentes, pues no se le puede negar la inscripción a un niño por no llevar una bolsa de arena.
Mientras que en los colegios privados no piden materiales de construcción, pero los listines exageran en cuanto a la cantidad de útiles: 28 libros, dos resmas de papel para un solo niño.
En cuanto a los libros escolares, la Zona Educativa del Zulia (ZEZ) precisó que la distribución de la colección Bicentenaria está garantizada para los estudiantes de los 2.038 planteles nacionales y regionales de la entidad.
“Hemos recibido solicitudes de planteles privados que atienden a alumnos de escasos recursos, y requieren estos textos para que los padres de los muchachos no hagan gastos adicionales. También se incluyen escuelas municipales, arquidiocesanas y subvencionadas. Hay textos desde la etapa de inicial hasta el bachillerato”, dijo Bienvenida Romero, coordinadora.
Los largos listines escolares, además de costosos por las cantidades de útiles por muchacho, sobrepasan la imaginación. Para un solo niño: dos cajas de creyones, dos cajas de marcadores punta fina y gruesa, seis pliegos de papel bond es una “exageración”, tal como expone Mario Salazar, quien decidió no comprar el número exacto de materiales solicitado por el plantel.
“En cuanto a los marcadores y creyones voy a enviar solamente una caja, porque es más que suficiente para todo el año escolar, y si llego a comprar dos, uno se lo dejo en la casa para que haga sus tareas, porque después hay que volver a comprar para las actividades en el hogar”, señaló el padre, mientras pedía presupuesto en una librería en el casco central de la ciudad.
Un representante puede gastar entre Bs. 1.500 y 5.000 en una sola lista de útiles, a este precio le falta anexar los uniformes que supera un sueldo mínimo.
Lo cierto es que los padres se las han ingeniado para adquirir las herramientas de trabajo dentro de las aulas de clases. “Yo me metí en una ‘cajita’ (cooperativa de ahorros entre familiares y conocidos) y pedí el favor a mis amigos que me dejaran uno de los primeros números para recibir el dinero más rápido”, resaltó Arlina Márquez, mamá.