Existen acuerdos entre gobiernos que definen operaciones de las aerolíneas. Resaltan las largas listas de espera y colas a las puertas de las aerolíneas para conseguir boletos aéreos
MARIELA LEÓN | EL UNIVERSAL
Esta semana se han agudizado las restricciones que se aplican sobre los pasajeros locales con intención de viajar al exterior.
A los viajeros, como último eslabón de la cadena del mercado aeronáutico comercial, se les reducen las opciones para salir de nuestras fronteras: elevados precios de los boletos, apertura de cupos aéreos con 30 días de anticipación, lo que limita la solicitud de divisas a Cadivi (Cencoex) y, disminución de frecuencias de los vuelos.
A la carrera de obstáculos, que se ha engrosado desde finales del año pasado, se adicionan las "listas de espera" y "las colas que deben realizar los interesados en viajar a las puertas de algunas aerolíneas para obtener un número. Número que les permite ser atendidos sin la certeza de adquirir boletos", señalan usuarios.
Sandra González, vicepresidenta de la Asociación Venezolana de Agencias de Viajes y Turismo (Avavit), indica que la semana que acaba de concluir "estuvo muy cerrada por parte de las aerolíneas internacionales", limitando el trabajo de las agencias de viaje. Dice que han intentado reunirse con ese sector para analizar la "situación que es difícil y compleja para todos, pero no se ha logrado aunque no por falta de interés.
"Entendemos el planteamiento de las aerolíneas" y la deuda tan importante que mantiene el Gobierno con esas empresas que alcanza a los 4.000 millones de dólares "pero la mayor parte de los ingresos de las agencias de viaje proviene de la venta de boletos", adiciona.
González apuesta porque esta coyuntura "se resuelva lo antes posible y en forma satisfactoria para las partes".
Acuerdos bilaterales
En septiembre del año pasado, el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) informó que adelantaba una estrategia para atender la falta de oferta de boletos aéreos, en particular hacia destinos internacionales, y el aumento de precios que de hasta 300%, respecto a igual período de 2012. Esa estrategia incluía la revisión de los contratos bilaterales suscritos entre Venezuela y la comunidad internacional en materia de transporte aéreo.
La realidad sobrepasa el diagnóstico efectuado entonces por la Autoridad Aeronáutica y sin embargo, "el juego parece trancado", asegura un especialista de la industria aérea.
Anteriormente, refiere, "las tarifas de los boletos aéreos eran fijados por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), bajo un sistema multilateral de doble aprobación, flexible y racional, que permitía a las partes del negocio ofrecer un buen servicio al tiempo de garantizar beneficios a las empresas y usuarios. Hoy, el esquema vigente prevé acuerdos bilaterales entre Venezuela y los distintos países con los cuales mantiene relaciones aeronáuticas".
Precisa el analista que el mecanismo permite que las aerolíneas fijen tarifas y lapsos de vigencia de las mismas y el país contratante las aprueba o desaprueba. "Con los precios de boletos tan excesivos que las aerolíneas establecen, para los que entran y los que salen del país, encareciendo a Venezuela como destino turístico, es el momento para que el Gobierno, por la vía diplomática, convoque a reuniones de consulta".
Pero "no se atreve porque los países le exigirán que honre los abultados compromisos que mantiene con las aerolíneas y que cumpla con los ofrecimientos formulados desde el año pasado" en lo que respecta a las modalidades de pago (bonos, combustible y efectivo) y al reconocimiento de la deuda en términos cambiarios, asienta.
En otras palabras "al Gobierno no le interesa normalizar la situación, no le interesa que la gente viaje". Explica que con la "barrera de contención" que hay para los viajeros, "se alivia la presión cambiaria que en menor medida ejercen los pasajeros al solicitar dólares en Cadivi y se frena el crecimiento de la deuda de las aerolíneas, al vender menos boletos".
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